CARTA ABIERTA A DON JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO

Señor Presidente:

Ante las últimas decisiones tomadas por su gabinete ministerial, algunas de las cuales me ponen los pelos de punta, debo confesarle que me da la impresión de estar viviendo en un país racista, retrógrado e inmóvil en la Historia y, lo reconozco, empiezo a sentir miedo; aunque ya debería estar curado de espanto y no temer nada, acostumbrado como estoy a ser un ciudadano de segunda, ninguneado, olvidado de todos los gobiernos, por el simple hecho de vivir en la Comunidad Autónoma de Aragón. Pero ante el creciente número de prohibiciones, aboliciones y otros recortes de libertad, he creído oportuno dirigirme a usted para ratificarle mi adhesión y poner en evidencia a la caterva de malintencionados que le engañan.

De cualquier manera, alentado por su expresión de eterna paz interior, he decidido ecscribirle para hacerle partícipe de mis miedos personales porque, estoy convencido de ello, una persona que hace gala de un talante como el suyo, sabrá aconsejarme como lo haría el hermano mayor que no tengo.

En primer lugar quiero aclararle, para que no me interprete mal, que al hablar de país racista me refiero esa discriminación que algunos de sus adláteres llaman positiva, racismo al fin y al cabo, que suele anteponer los intereses de algunas minorías sobre la opinión de una mayoría que se está convirtiendo en silenciosa a causa del aburrimiento y la desesperanza. También puntualizaré que al utilizar los adjetivos retrógrado e inmovilista, me refería a la fijación de algunos de sus compañeros de Partido con la Guerra Civil española y con la dictadura franquista.

En el caso de las minorías, lo digo desde el cariño y el respeto, ya me está tocando los cojones tanta tontería y esa especial manera de cogérnosla con papel de fumar a la hora de dictar prebendas con carácter de Ley para no ofender a nadie. Se supone que este es un país demócrata en el que obligaciones y derechos van parejos aunque, debe uste reconocerlo, cada día que pasa hay más prohibiciones y menos ración de libertad personal y, en lo que respecta a la Guerra Civil, ¿cuándo serán capaces de entender, usted y los suyos, que la guerra terminó, que la perdimos todos y que es hora de pasar página de una puta vez?. Hechas estas salvedades, entraré en materia.

Le escribo como aragonés para poner en su conocimiento que nuestros vecinos autonómicos del este geográfico nos están expoliando impunemente porque, aparte de quedarse con el Archivo de la Corona de Aragón y con las obras de arte de La Franja, ahora se permiten incluir zonas de nuestra tierra en sus mapas de los Países Catalanes ante el silencio cómplice de los responsables de velar por la igualdad de derechos de los ciudadanos de este país. Sé que ésto que le acabo de comunicar le sorprenderá porque estoy convencido de no lo sabía; jamás se me ocurriría pensar que el presidente de todos los españoles fuera tan parcial y tan cobarde como para permitir el abuso de poder y el exceso de chulería de un gobierno autonómico frente a la población de otra Comunidad. Pero lo que sí me sorprende es su silencio como presidente ante las últimas decisiones del Ministerio de Fomento que han hecho de Aragón una de las zonas con más recortes económicos en obras públicas.

Por si no lo sabe, a los aragoneses, una vez más nos han jodido la vida y el futuro al paralizar, por mor de los recortes presupuestarios, todos los proyectos en el área de las comunicaciones terrestres. Si por un lado don José Blanco prefiere, en contra de toda lógica, el corredor mediterráneo a la travesía central, por el otro paraliza las obras en las carreteras que comunicarían Navarra con Cataluña por la parte norte de Aragón y, no contento con ésto, permite que los vagones desechados en Cataluña por viejos, sean traídos para servir en los trayectos de cercanías de nuestro maltratado Aragón. Y le echo la culpa al ministro porque no puedo creer que un presidente de gobierno tan “chupi” como usted tenga preferencias personales o políticas que le inclinen a favor de una comunidad en detrimento de otra.

Entiendo, señor presidente, que gente con muy mala entraña le está ocultando la verdad de lo que sucede en nuestro territorio ya que sería impensable creer que usted estuviera al tanto de todo y no hiciera nada para evitarlo. ¿Cómo podría el presidente de todos los españoles permitir que casi todo el esfuerzo económico en la construcción de infraestructuras, museos, parques y demás instalaciones que modernizan una zona y la hacen progresar se haga en un par de comunidades autónomas en detrimento de las demás?, ¿cómo podría un jefe de Gobierno permitir que la ministra de cultura doña Ángeles González-Sinde Reig guardase silencio ante los abusos en el uso de algunas lenguas cooficiales por encima del idioma castellano llegando a contratar traductores de estas lenguas cuando todos los oradores conocen una lengua común, o ante la modificación dolosa de textos históricos para favorecer los argumentos de ciertas minorías de corte separatista o independentista?

Le admiro profundamente, señor Zapatero, porque tiene que ser muy difícil el mantener la sonrisa al ver que ciertos periodistas enemigos suyos no hacen más que escribir barbaridades en contra de su política exterior cuando, en realidad, el único culpable de esos despropósitos debe ser el señor ministro D. Miguel Ángel Moratinos Cuyaubé. Tiene que ser así porque ¿cómo un presidente como usted, al frente de una nación democrática como España, iba a diseñar una política exterior en la que se permitieran relaciones diplomáticas con países autócratas que sojuzgan la libertad de sus ciudadanos y no demuestran ningún respeto por los derechos humanos como es el caso de los regidos por Hugo Rafael Chávez Frías y Fidel Castro Ruz?, o, lo que es más increíble, ¿cómo va a permitir un presidente tan legal y molón como usted que se pague a unos piratas el rescate por un pesquero que se permite el lujo de enarbolar una bandera regional , cuyo uso es ilegal en aguas internacionales, en desprecio de la que nos representa a todos los españoles?

Uno de los ministerios que tendría que vigilar más estrechamente es el de sanidad puesto que la ministra doña Trinidad Jiménez García-Herrera se ha empeñado en prohibir el consumo de tabaco, una sustancia de venta libre en España y, no contenta con éso, ahora quiere prohibir la venta y consumo de chucherías y bollería industrial en los colegios. No puedo creer señor presidente que la ministra de salud pretenda restringir el uso de algo que, en jurisprudencia, es tan legal como la leche o el pan. Si el tabaco es dañino como pregonan deberían prohibir no sólo su venta sino también su consumo; pero el tabaco no es tan malo porque las malas lenguas dicen que usted fuma Marlboro Light incluso en la Moncloa, en su despacho y en el avión presidencial, lo que sería violar la legalidad vigente que prohíbe fumar en estancias oficiales y en lugares públicos. ¡Qué malos son!, ¿cómo iba a permitir el gobierno presidido por usted que una sustancia nociva para los ciudadanos sea vendida libremente?, o, lo que es más incomprensible, ¿cómo iba un presidente a prohibir el consumo de una sustancia legal?

Podemos seguir hablando de ministerios, señor Zapatero, para aconsejarle que exija con acritud si es necesario que tanto el titular de Justicia, Don Francisco Caamaño Domínguez, como el de Interior, el profesor de química Don Alfredo Pérez Rubalcaba, le informen de la verdad de lo que está sucediendo en sus respectivos departamentos. Estoy convencido de que ambos le mienten de manera recurrente porque si no es arteramente engañado, ¿cómo iba un presidente de gobierno, tan ecuánime como usted, a tomar las decisiones que adopta en materia antiterrorista o en “la cosa” judicial sin que se le cayera la cara al suelo de vergüenza al ver cómo unos pocos violentos mantienen en jaque a toda una nación y encima se enorgullecen públicamente de ello?

Ahora bien, para ir concluyendo con este asunto de gabinetes, he dejado el ministerio de igualdad, con minúsculas, para ocupar el penúltimo lugar. Me pregunto cómo Doña Bibiana Aído Almagro, una ciudadana que tras licenciarse en 1999 ha desarrollado una labor profesional de tan sólo dieciséis meses, repartidos en unas prácticas de tres meses en Unicaja, diez meses en la empresa de venta de material para protección laboral Iturri S.A., y tres meses en Caja San Fernando, y ejercer desde el año 2002 diferentes cargos políticos como el que tuvo en el "Observatorio de emprendedores" de la Universidad de Cádiz (nueve meses), el de Delegada de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en Cádiz , para pasar posteriormente a desempeñar el cargo de Directora de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco en el que estuvo dieciocho meses, pasó a ser Ministra a pesar de que, a todas luces, no está capacitada para ello por carecer de una mínima experiencia tanto vital como en el mercado laboral.

Claro que si usted la puso ahí, señor Zapatero, sus buenas razones debe tener aunque yo no las entienda por no conocerlas; porque tienen que existir razones desconocidas, seguramente de alta política, para que doña Bibiana esté ahí, al frente de un ministerio INÚTIL, porque si no existiesen esas razones, ¿cómo iba a permitir un presidente de gobierno serio, como usted, a permitir que una ministra diga las chorradas que dice sin mandarla a hacer puñetas?, o ¿cómo iba un presidente tan justo como usted a permitir la paridad sin méritos, la igualdad numeraria sin tener en cuenta la preparación y la experiencia personal y profesional?

Como último representante de los despropósitos que le obligan a asumir, señor presidente, “and the winner is...”: ¡El ministerio de defensa!. La actual titular de este ministerio que antes se escribía con mayúsculas, Doña Carmen Chacón Piqueras, que no Carme Chacó, parece empeñada en convertir a las Fuerzas Armadas de este país en una ONG, o en un grupo de boy scouts dedicados a cruzar viejecitas a la acera de enfrente, a poner tiritas en países en guerra y a castigar sin ver la televisión a quienes intentan desestabilizar la paz del mundo. Un ejército en misión de paz, en situción de combate para ser exacto señor presidente, está compuesto por personas cuyas habilidades profesionales más apreciadas son las de repeler agresiones, atacar y cumplir órdenes, a riesgo de su vida y sin importar si matan o hieren a otras personas. O sea, boy scouts, no son porque sólo entran en escena cuando el diálogo ya se ha demostrado inviable o inútil. No se puede poner a un defensor de los animales al frente de un matadero, ni a una pacifista convencida al frente de las Fuerzas Armadas.

Yo sé, señor Zapatero, que un presidente como usted que quiere convertir a los militares en simples funcionarios, como se desprende de nuestra Constitución, entiende que la muerte es un riesgo laboral que todos los componentes de las Fuerzas Armadas asumen con naturalidad por lo que, seguramente, sea Carmen Chacón la culpable de recibir con pompa y boato a los militares muertos en acción, lo que es decir tanto como en el normal desarrollo de sus obligaciones profesionales o a causa de un accidente laboral, ¿cómo podría usted aceptar algo así cuando se niega la presencia de familiares en la ceremonia protocolaria de entrega de condecaraciones a militares en activo como sucedió, y no es primera v ez en España, en el acuartelamiento Torre Abejar en Garrapinillos (Zaragoza)?

Como ve, señor presidente, sigo confiando en usted puesto que, como ya he expresado con anterioridad, tienen que ser sus ministros, sus consejeros y sus adláteres quienes le mienten de manera miserable para que usted tome las decisiones que toma que, visto desde fuera, además de incomprensibles, parecen a veces cobardes, ilógicas y carentes de fundamento.

Se despide de usted prometiendo votar en blanco.

José Manuel Mójica Legarre.

POSTDATA: Para que no crea, señor presidente, que usted es mi única preocupación, en próximas cartas me dirigiré al responsable de la oposición y al del CNI.