Se acabó lo que se daba

Se acabó esta mierda. Hacer click para agrandar
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¡Ya está bien! En un país sin gobierno, en el que cada cual hace lo que le sale de los depósitos seminales, no se puede vivir. Los intereses partidistas de quienes gobiernan o aspiran a coger poltrona, hacen que los que en realidad gobiernen sean algunos partidos minoritarios cuyos líderes, sin asomo de vergüenza, hacen lo que les viene en gana lesionando los derechos de los demás.

Si no fuera suficiente la votación por la independencia de Cataluña, pagada con dinero de todos los españoles (recuerden que según la Constitución española el Parlamento de Cataluña es una institución del estado) ha sido según los organizadores un éxito, a pesar de la participación de sólo el veinte por ciento del censo convocado, ahora la seguridad social de Cataluña, se niega a firmar recetas para los medicamentos de los enfermos crónicos aragoneses que veranean en aquella región; unos enfermos que tienen apartamentos comprados, o alquilados, y que, en esencia, se dejan sus buenos euros en los comercios catalanes. Visto desde fuera, da la impresión de que los gerifaltes catalanes prefieren la llegada de cinco mil estudiantes ingleses que pasan cinco días en la llamada “Salou Fest”, poniéndose hasta el culo de todo cuanto pillan a su paso, que los doce mil veraneantes aragoneses que pasan una media de un mes en el territorio tarraconense.

Y, ¿qué hace el gobierno? Lo mismo que la oposición: Nada.

Por si lo expuesto no es bastante, desde hace años, algunos representantes políticos de los catalanes independentistas, no de todos los catalanes, se han empeñado en cambiar la historia, a base de subvenciones con dineros públicos, intentando demostrar que ellos merecen una independencia que nunca han tenido hasta que los reyes de lo políticamente correcto, la gazmoñería y la estupidez más descarnada, empezaron a permitirles todo a cambio de los votos necesarios para poder gobernar. Si además añadimos a este panorama el ROBO manifiesto de obras de arte aragonesas que están en poder del obispado de Lérida y que no quiere devolver a su legítimo dueño, Aragón, a pesar de varias sentencias judiciales que ordenan la devolución de estos bienes, y de la resolución del Vaticano que hace varios años falló a favor de la región aragonesa, y la respuesta del obispo de Lérida, el señor Piris, que afirmó ante la prensa que tenía otras cosas más importantes en las que pensar que en devolver los bienes de la Franja, podemos observar que la situación de indefensión de la región aragonesa ante los abusos de algunos políticos catalanes, es total.

Y, ¿qué hace el gobierno? Lo mismo que la oposición: Nada.

El archivo de Salamanca; el archivo de la Corona de Aragón; el corredor Mediterráneo; las enormes inversiones en investigación y cultura que se hacen desde el estado para potenciar aún más a los que más tienen; el desprecio de la lengua vehicular común a todos los españoles, la contratación de intérpretes en el Senado para que personas que hablan en español perfectamente, puedan hablar en su lengua materna sin importar el costo económico que eso supone para las arcas de un país en crisis; las acusaciones de que Aragón exporta armas a Libia, siendo la empresa exportadora una empresa estatal con sede en Aragón, para dar la impresión de que el gobierno aragonés, si es que existe, es una especie de señor de la guerra; los insultos reiterados contra España y los españoles por parte de personajes públicos o populares; la prepotencia de algunas instituciones catalanas que, amparadas en mentiras flagrantes que ellos mismos pagan, se atribuyen derechos que no tienen al tiempo que niegan derechos a los demás; el descaro de documentalistas y otros paniaguados que cobran subvenciones para poder traducir al catalán algunos trabajos realizados en una lengua que todos conocen; el lameculismo de muchos donadores de premios empeñados en valorar, por encima de todo, aquello que sale de Barcelona, una ciudad que han hecho europea los distintos gobiernos a base de generosísimas inyecciones de capital público… ¿seguimos?

Y, ¿qué hace el gobierno? Lo mismo que la oposición: Nada.

Ante esta situación de violación reiterada por parte de algunas instituciones catalanas, de personajes, personajillos y personeros de diferentes formaciones políticas de corte independentista, yo, como aragonés, me siento humillado e indefenso puesto que, al parecer, es más importante para nuestro gobierno, y nuestra oposición, ir a liberar a los libios de la dictadura de Gadafi, que rescatar a los españoles, y especialmente a los aragoneses, de la dictadura impuesta por el Parlament de Catalunya.

Por si alguien duda de la violencia verbal subyacente en muchos de los que han sido ídolos de todos los españoles y embajadores de nuestro país por el mundo, sólo un apunte. El domingo, durante la farsa de votación que se hizo en Barcelona para preguntar por el independentismo, el tenor José Carreras, pasó por detrás de un periodista que cubría la información, gritando un “¡Visca Catalunya lliure!” que, ante los ojos de extranjeros que no conozcan la realidad de nuestro país, tiene más credibilidad que las palabras de José Luis o de Mariano.

Y, ¿qué hace el gobierno? Lo mismo que la oposición: Nada.

Por mi parte, ¡que os vayan dando mucho por donde la espalda tiene forma de luna llena partida por la mitad! Sois una pandilla de ineptos vendidos que habéis cambiado la democracia, la verdad y los derechos de los españoles por un puto plato de escudella y un sillón.