Y AHORA LOS MALOS SOMOS NOSOTROS

EL GOBIERNO VENEZOLANO NOS LLAMA TORTURADORES Y ZAPATERO CALLA

Pintada en un muro de Caracas
Pintada en un muro de Caracas

Juro por los muertos de San Apapucio que mi intención era escribir sobre la “gallarda” actitud de Evo Morales propinando un rodillazo en la entrepierna de un jugador contrario durante un partido de fútbol, acción que por cierto terminó con la expulsión del agredido; pero, con el esperpéntico panorama político entre Venezuela y España y las novedades que nos trajo la prensa, no me queda más remedio que cambiar el tema de hoy.

Como ya es de público conocimiento, dos de los últimos etarras detenidos, han declarado que se entrenaron en Venezuela y que su instructor no fue otro que Arturo Cubillas, ETARRA de pro, que es en la actualidad funcionario en el gobierno de Hugo Chávez Frías. Esto no es ninguna novedad puesto que ya lo explicaba en esta misma página y en mi libro “Radiografía de un delirio” publicado este año por Editorial AQUA, aportando pruebas suficientes sobre este asunto, que ya empieza a tomar tonalidades color nazareno oscuro, por la ceguera de nuestros gobernantes y el descaro de algunos miembros del gobierno venezolano. Para guardar las apariencias y jugar a siete bandas, algo muy habitual en el gobierno de Chávez, el señor Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en España, Isaías Rodríguez, leyó un comunicado oficial en el que aseveraba, sin ponerse colora’o oigan ustedes, que el gobierno de Venezuela estaba convencido de que esta declaración firmada por los etarras, no había sido obtenida por medios lícitos, dejando entrever que la Guardia Civil habría empleado la violencia, las amenazas contra la familia de los detenidos o las promesas de un futuro más cómodo en prisión para conseguirla.

Pintadas en la Embajada española en Caracas
Pintadas en la Embajada española en Caracas

Por mis manes, lares y penates, confieso que esperaba de nuestro gobierno una reacción rápida, contundente, como esas a las que nos tienen acostumbrados el señor Blanco o las señoras Pajín o Aído, y sintonicé diferentes canales de televisión esperando ver la cara del ministro Rubalcaba poniendo firmes al gobierno de Chávez; pero en lugar de esa actitud que hubiese sido la correcta, apareció don Alfredo con una sonrisa bobalicona, se ve que todo se pega, refutando de manera débil, tímida diría yo, las aseveraciones de la nota oficial emitida por la Embajada de Venezuela en la que además se niega la presencia de etarras en su territorio nacional.

Más pintadas
Más pintadas

Por si no era suficiente la protección pseudooficial que ha recibido durante mucho tiempo el asesino Miguel Ángel Aldana, el rocambolesco caso de Cubillas y el estatus de ciudadanos mimados que reciben personajes tan deleznables como la señora Eskarne o Txuso, por si no bastaba con la libertad de la que gozan a la hora de tener negocios de hostelería, los activistas vascos en Venezuela como lo fue el caso del restaurante del Centro Catalán, o el del restaurante del Museo de Arte Moderno, por poner sólo dos ejemplos en Caracas, ahora nos dicen que a los etarras se les tortura para que firmen sus confesiones. ¡Hay que joderse! ¡Confunden a la Guardia Civil con el SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia), heredero de la temida policía política conocida como DISIP!

No supone ningún baldón, salvo para ellos mismos, el hecho de que el gobierno chavista se dedique a oficializar patochadas de esta índole; lo que sí es vergonzoso es que nuestro gobierno, que se supone democrático, esboce una tímida respuesta ante un ataque grosero contra nuestras fuerzas de seguridad, haciendo gala de un buenismo ridículo que deja una vez más a la Guardia Civil en tela de juicio.

También es asunto de juzgado de guardia el hecho innegable de que, ante las declaraciones del embajador venezolano en Madrid, a propósito de la irregular manera de obtener informaciones de nuestra Guardia Civil, que dan legitimidad a la estrategia de ETA y ASKAPENA a la hora de proclamar por todo el mundo las supuestas torturas a las que son sometidos los pobrecitos asesinos terroristas en esa especie de checas que según ellos son las comisarías españolas, el gobierno español calle dejando una vez más con el culo al aire a nuestras fuerzas de seguridad que deben contemplar, en silencio, cómo se deshacen en genuflexiones serviles quienes deberían defenderlas de estos ataques falsos e injustificados.

¿Seguro que no hay pro-etarras en Venezuela?
¿Seguro que no hay pro-etarras en Venezuela?

Señor Isaías Rodríguez, Embajador de la República Chavista, perdón, Bolivariana de Venezuela en España. Los malos son los etarras, no las fuerzas de seguridad españolas. Las comisarías españolas no son Abú Graib y están muy lejos de parecerse al Helicoide de Caracas. La Guardia Civil no utiliza desde hace muchas décadas los métodos violentos que usaba la DISIP hasta hace muy poco y que el SEBIN tiene por costumbre. Por último, para tratar de ser breve, sobre la efectividad de las fuerzas de seguridad venezolanas y su comportamiento democrático, en comparación con las de España, sólo diremos que, según cifras facilitadas por el mismo gobierno venezolano, desde que hace doce años el señor Chávez asumió el poder, se han producido más de ciento veintitrés mil asesinatos en Venezuela, lo que arroja una media de más de veintiocho asesinatos diarios, de los cuales un alarmante 80% sigue sin resolverse.

Alguien, en algún momento, debería dejar de tomarse a broma las gilipolleces de Chávez y las de sus paniaguados acólitos para empezar a llamar a las cosas por su nombre; dejémonos de reírle las gracias a ese nefasto monologuista que es Hugo Rafael Chávez Frías y digámosle en voz alta lo que el gobierno español calla por no tener un par de lo que hay que tener para defender a los suyos.