Pero, ¿en qué país viven ustedes?

En un país multicolor
En un país multicolor

¡Hurra! ¡Viva! ¡Bravo! De acuerdo a los que nos cuentan nuestros gobernantes, vivimos en un mundo color rosa chicle con arco iris, ponis, mariposillas y jilguerillos piando. ¡Hurra! ¡Viva! ¡Bravo! ¡Pagaremos menos intereses que los EEUU e Inglaterra por la deuda a diez años que colocamos ayer! ¡Hurra, viva y bravo! Buena noticia para los banqueros que obtendrán una rentabilidad del 3,80% para las inversiones hechas con un dinero que les prestan en Europa al 0,25%; y mientras nuestro gobierno se ufana de que la “prima de riesgo ya no forma parte de la familia” y comenzamos a pagar con antelación el rescate bancario, que no debíamos empezar a cancelar hasta el año 2022, destinando para ello una partida de 1.300 millones de euros, lo que ha sido posible gracias a BANKIA según el secretario general del Tesoro, Íñigo Fernández de Mesa,. ¡Con un par, don Íñigo, con un par!; así que ahora debemos agradecer a una empresa financiera que nos costó 22.000 millones el que, con la venta de una parte de la misma, podamos empezar a sufragar la deuda que ella produjo ¡Olé sus criadillas guasonas, don Íñigo!

 

Le voy a comentar dos expresiones irónicas, amargas y ácidas, utilizadas frecuentemente en Venezuela. Primero que no me jode quedar como un huevón; lo que más me jode es que los demás crean que lo soy. Y después que no jode ser cornudo, sino el chalequeo de la gente.

 

Traduciendo y aplicando la primera expresión, que si ya me molesta muchísimo que nos traten a los españoles como a tontos del ciruelo, me lleva casi a la rabia el hecho de que ustedes y su camarilla, crean que realmente lo somos. En cuanto al segundo dicho, no me enrabieta tanto el hecho de que intenten hacerme comulgar con hélices de transatlántico, como lo consigue la certeza de que ustedes, en sus reuniones privadas, se descojonen de nuestra supuesta credulidad ¡Váyanse un poquito a tomar por retambufa, coño! Ya está bien de crear las condiciones económicas para que banqueros y financieros sigan engrosando sus arcas y paguen sus deudas a los bancos alemanes, norteamericanos, franceses e ingleses, mientras una gran parte de la población española las está pasando de color cardenal tirando a jesuita.

 

En mis más de cincuenta y ocho vueltas al sol es la primera vez que veo en España anuncios pidiendo que colaboremos todos para mantener abiertos los comedores escolares en nuestro país evitando así el hambre de miles de niños cuyas familias no tienen medios para alimentarlos ni medio bien. Si mis cuentas están bien hechas, pregunto humildemente, si con esos 1.300 millones no sería suficiente para alimentar a los dos millones y medio de niños en comedores escolares durante el verano... aunque no meneemos la cola sonriendo ante los amos para decirles que empezamos a pagar ocho años antes de lo previsto.

 

Supongo que los responsables de la macroeconomía española no leen otra prensa que la especializada en finanzas porque, de otro modo no se explica que no tengan pesadillas al saber que un 27,3% de la población española, lo que traducido en cifras supone casi trece millones de personas, está en riesgo de pobreza mientras, según las “fuerzas vivas” de este país, la macroeconomía va que chuta. La macroeconomía, puede; pero la microeconomía, la que afecta a las personas, se encamina al desastre, a la miseria y al drama personal.

 

Por otra parte, al otro lado del océano, una veintena de guerreros, escoltados por una treintena de escuderos, velan sus armas para ganar su segundo mundial de futbol de la historia. Una veintena de gladiadores armados hasta los dientes, afilan sus tacos para representar a la marca España por la módica cantidad de 60000 euros si pasan a octavos, 120000 si llegan a cuartos, 180000 si llegan a semifinales, 360000 si pierden la final y 720000 si traen la copa a casa. Se deben afilar los tacos con oro, leches.

 

Si ya es obsceno que en una España deprimida, con más de cinco millones de parados algunos jugadores extranjeros lleguen a cobrar 65000 eurazos netos por día, a ellos no se les puede pedir nada porque, como ya he dicho, son extranjeros; pero a los que con tanto orgullo visten la camiseta nacional, dado que ganan sueldos que les dan como para llegar a fin de mes, ¿no se les podría solicitar algún tipo de colaboración para paliar el hambre en su propio país? Claro que también se podría crear un nuevo impuesto, práctica común en estos últimos años, por el cual cada club de futbol que fiche a un jugador por una cantidad superior a X, deba destinar una cantidad equivalente al veinticuatro por ciento del traspaso, para atenuar el hambre en España.

 

Y todo esto sucede porque, al igual que las autonomías, España es un país que marcha a dos velocidades; una para quienes por suerte tienen los medios suficientes para vivir bien, y otra para el resto de los españolitos que nos arrastramos hasta el día treinta como podemos. Cosas de la macroeconomía.

 

Claro que si macro significa grande y micro significa pequeño, está diáfano, transparente, que el gobierno, a pesar de ser elegido en las urnas por un total de 10.866.566 de pequeños, se los pasan por el forro de los testes para gobernar solo para los grandes. O es así, o cuando dicen que gobiernan para todos los españoles, hay un 27,3% que no lo somos y aún no lo sabemos.